lunes, 25 de mayo de 2015

EL SECRETO DE LA FLEXIBILIDAD


Iba a escribir “el secreto de la juventud”, porque una de las diferencias fundamentales entre un cuerpo joven y un organismo senil reside en la flexibilidad del primero y en la rigidez del otro; en otras palabras: FLEXIBILIDAD es igual a JUVENTUD.
Los adeptos del yoga conservan una flexibilidad inigualada hasta una edad muy avanzada. En los ashrams de la India, aún los “ancianos” son, a menudo, más flexibles que los jóvenes.
El secreto de la flexibilidad en el Hatha Yoga estriba en la elongación de los músculos contractados por efecto de las tracciones lentas y progresivas. Este estiramiento de los músculos previamente relajados es una característica esencial de los asanas.
Recordamos que nuestros músculos voluntarios pueden estar normalmente en tres estados diferentes: contracción, tono (estado normal del músculo) y relajación. A lo que agregamos un nuevo estado (excepcional en la vida corriente): el del músculo ESTIRADO.
Es una situación completamente diferente a las otras tres, ya que el músculo es incapaz de estirarse por sí mismo: el estiramiento se produce sólo por una acción EXTERIOR. Y es sistemáticamente utilizado en todos los asanas. Nuestros músculos son muy extensibles en sus límites normales de elasticidad, alcanzado éste se puede seguir estirando pero MUY LENTAMENTE. Una tracción lenta, progresiva, continua sobre un músculo descontractado entraña una serie de efectos favorables:
Exprimir la sangre, especialmente la venosa. La circulación venosa no depende del impulso cardíaco, sino de las contracciones y descontracciones musculares que, al comprimir las venas, impulsan la sangre al corazón. Pero sólo el estiramiento vacía el músculo a fondo. En cuanto cesa, el músculo retoma su volumen normal y “aspira” sangre fresca que lo enjuaga, lo desengrasa y lo alimenta.
Además, y esto explica porqué los asanas confieren mayor flexibilidad que cualquier otro método, cada estiramiento hace retroceder el límite de elasticidad normal de los músculos y por consiguiente explica por qué el cuerpo se relaja siempre más y más.
(texto reducido del libro “Aprendo Yoga” de André Van Lysebeth)