PRANAYAMA


IMPORTANCIA DE LA RESPIRACION NASAL
(UBA SALUD)


Desde la antigüedad se decía que el que respira por la nariz se siente “bien” y espiritualmente “fuerte”. Ya desde entonces se pensaba que era muy difícil tener un persona totalmente sana si no respiraba por la nariz.
La nariz no sirve solamente para purificar, calentar y humedecer el aire durante la inspiración, esto se cumple y tiene su importancia, pero mucho más importante es la función que cumple la nariz en la espiración. El aire que no entra por la nariz, es acondicionado, aunque sea parcialmente, por los mecanismos supletorios que el árbol respiratorio posee en su trayecto.
En cambio, la capacidad maravillosa que posee la nariz de recuperar energías en cada acto espiatorio, llamado entalpia nasal, no tiene suplencias. Existe solamente a nivel de la nariz. Por eso para que se cumpla un normal mecanismo fisiológico respiratorio es necesario que el aire entre y salga por la nariz.
Además la nariz es un órgano creador de resistencias capaz de modificar tanto el flujo nasal como las presiones subatmosféricas intratorásicas, lo que influye decisivamente en el intercambio gaseoso pulmonar y en la fase circulatoria de la respiración; mejora la relación ventilación/perfusión y se relaciona también con el sistema límbico que influye en las sensaciones subjetivas de bienestar.
A través de su inervación sensitiva, sensorial y neurovegetativa participa de importantes reflejos que repercuten sobre el aparato respiratorio y cardiovascular: aumento de vasodilatación y secreción de mucosa nasal, el cierre glótico y el estornudo como defensas ante la presencia de aire seco, polvo u olores irritantes; acentúa la fase espiratoria y prolonga la pausa respiratoria ante olores desagradables y contrario ante agradables; ante olores de comida se estimula la secreción de saliva lo que complementa la sensación gustativa.
También existe una relación entre la función termorreguladora de la piel y la permeabilidad nasal: ante el frío se produce una vasodilatación de la mucosa nasal que disminuye la entrada de aire, contrario al calor.
Además, según últimos estudios, la respiración nasal tiene una importancia fundamental en la regulación de la actividad bioeléctrica y de otras manifestaciones del cerebro: participa en la regulación de la conducta social y sexual, muy relacionada con el sistema límbico determinante en la personalidad y las expresiones emocionales como la ira y el miedo a partir del órgano vómero nasal.
A partir de la respiración nasal se regulan también fenómenos endócrinos, metabólicos, de la conducta del placer y displacer, participa en las funciones reproductoras y de regulación del sueño y la vigilia. Cumple un papel en el aprendizaje y en la temporalidad de la memoria y tiene funciones alimentarias.

Por todo lo antepuesto, es básico y fundamental pensar que no existe prevención de la salud, si no se atienden los problemas que determinan la disminución o la sustitución de la ventilación a través de las fosas nasales (alergias, infecciones, estructurales, ambientales, hábitos higiénicos), que es la fisiológica y la que mayores beneficios aporta al desarrollo del bienestar del individuo. Hay que cambiar el concepto común que subestima su importancia en el mantenimiento general de la salud. Hay que insistir sobre la necesidad que todos los profesionales de las salud indaguen, prevengan, diagnostiquen y traten los factores causales de las deficiencias en la respiración nasal; así como la permanente educación de la población para que pueda pensar en realizar una consulta precoz.

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